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martes, 16 de septiembre de 2008

La Gran Marcha


El día iba a comenzar temprano, pero solo a mi se me ocvrre amanecerme viendo tele confiando en ke vna taza de café elimine el cansancio de vna mala noche. Abrí los ojos a las 8am y recordé cvando estaba en cole y trataba de robarle inútilmente minutos a la mañana, así ke me pvse de pie y arranke con la bañada de rigor pa desahvevarse, llame al chato y estaba en las mismas:
- “oe, ya tas en camino?”
- “…pvta tío…”
Llegamos con retraso al pvnto de encuentro y no fvimos los más impvntvales, harta tegen llego mas tarde avn. Al final y pa no hacerla tan larga nos pvsimos en camino a golpe de 12 y media. Los bvses y camiones tan comentados dvrante la semana no fueron mas ke vn salvdo a la bandera. Vnos cvantos para todo vn pueblo, a latear nomás. Mejor así.
Me imagine ke así seria en la antigvedad cvando las grandes gestas se hacían a lata, y eso motiva a segvir adelante. Nvnca vna canción cayo tanto a pelo cvando la horda grone entonaba “no me arrepiento de haber venido hasta acá, de caminar mvchas horas para venirte a alentar…”.
Y no estábamos solos, estábamos hombro con hombro, svdando y pvteando. Se llego al gallinero y se tvvo ke hacer vna cola bastante desorganizada (bastante, en verdad) ke nos permitio ingresar cuando iban mas o menos 30 minvtos del primer tiempo. Mientras vbicabamos a la gente recién estábamos acomodados y cantando al filo del final de la primera etapa, en la segunda vendría la recompensa.
Porke todo esfverzo tiene recompensa, ese penal de los cabros jamás nos tapo la boca. No como a ellos ke solo cantan si van ganando y nada más. Llegamos, vimos y vencimos. Y no se diga más. No en vano decimos k jamás jvgaremos en silencio. Sv estadio fve nuestro, tanto así k ellos salieron primero, los sacaron de sv cancha como a visitante. Y el Comando canta ke te canta, canta y no llores cabrito. Solo llenas tv cancha si jvegas con Papá.
Las horas pasaron, de regreso, ya de noche lo vnico ke keriamos era descansar, estábamos felices, pero era jvsto el descanso. Mi vltimo tramo fve ir a bvscar a mi hijo y volver ahora si a casa. A echarme el primer bocado de comida al estomago a las ocho de la noche viendo la repetición del partido. Yo me pregunte, valió la pena? Si pves, lo vale, avnke ganes o avnke pierdas no me importa vna mierda.
Avn tengo el cansancio encima, pero a nosotros, los de corazón azul y blanco jamás nos regalaron nada, ni sikiera la permanencia en primera décadas atrás (si o no cabro? tv ke arreglaste tv permanencia).
Fve como llegar de invitados y mandar a dormir la borrachera al dveño de casa.
Nunca vna canción fve tan honesta:
“No me arrepiento de haber venido hasta acá, de caminar mvchas horas para venirte a alentar…”

(Dedicado a la memoria del tio Constantino, ke segvro esta cagándose de risa de los cabros allá en sv nvevo palco)